Haile Selassie

Haile Selassie fue el último emperador de Etiopía. Se le recuerda por ser uno de los principales responsables de la creación del movimiento rastafari de Jamaica, en el que también se encuentra el reconocido Bob Marley.

Aunque nació en Etiopía bajo el nombre de Ras Tafari, al ser coronado emperador, cambió su nombre al de Haile Selassie.

Su nacimiento tuvo lugar el 23 de julio de 1892 y nadie de los que le vieron llegar a este mundo pudo imaginar que se convertiría en un dios para los nativos jamaiquinos.

Hijo de uno de los ayudantes del gobernante de Etiopía, Menelik III, quien llegó a tener tanto poder en la región que todos los gobernantes le temían, Haile Selassie demostró desde muy temprana edad su capacidad para congregar a los demás a su alrededor y su gran facilidad para liderarlos.

Dada su gran facilidad para conseguir que los demás actuaran conforme a sus deseos y opiniones, fue haciéndose un pequeño nombre que le ayudó a iniciar y a mantener su carrera política.

Cuando Menelik perdió a su hija, Zuditu, que sería la sucesora del trono, nombró a Tafari como el descendiente, y le coronó emperador, en un evento que conmocionó al mundo entero.

Ras Tafari, el emperador

La llegada de Tafari al gobierno trajo muchos cambios. Una de las primeras cosas que hizo fue restringir el poder de decisión del parlamento para convertirse en una figura casi dictatorial.

El deseo de que las cosas se hicieran a su manera continuaba vivo, y ahora tenía las herramientas para hacerlo realidad.

 Selassie determinó que la figura del emperador era sagrada y su poder indiscutible. De este modo se aseguró una vida política inviolable.

Ras Tafari, el dios

Mientras en Etiopía la gente comenzaba a manifestar su descontento con el nuevo líder, a 8.000 kilómetros de distancia, en Jamaica, la figura de Ras Tafari adquiría popularidad.

Los nativos supieron leer en las diversas acciones del político la manifestación de una profecía. Según la tradición, un emperador regresaría a Etiopía para liberar a los descendientes de los antiguos esclavos y los llevaría de nuevo a su continente natal, África.

La frase en la que se apoyaban rezaba así: “Miren a África, donde se coronará un rey negro, porque el día de la liberación se acerca”, y pertenece a Marcus Garvey, un importante activista que buscó concienciar a su gente de la historia de esclavitud que llevaban a sus espaldas y buscó un cambio político en la isla.

Pese a haber dejado atrás los días de esclavitud, la vida del pueblo negro en Jamaica no era para nada agradable: la discriminación y las dificultades económicas asolaban a los ciudadanos.

Encontrar en Selassie las respuestas a la profecía resultó cuanto menos una esperanza para el pueblo negro.

Surgió así el “garveyismo”, un movimiento de la lucha negra para liberarse y regresar a las raíces, un motivo para luchar por las propias necesidades de un pueblo aplastado por el peso de la historia.

La vida de Selassie, sin embargo, no sería color de rosas. En 1935 Italia invadió Etiopía y el lider rastafari se tuvo que exiliar. Cuando cinco años más tarde volvió al poder e hizo una visita a Jamaica descubrió que la veneración y la pasión de la comunidad negra en la isla, seguían intactas.

Tomando en cuenta las decisiones que había tomado siendo mandatario, el ejército etíope invadió el palacio y derrocó a Selassie, quien debió pagar sus acciones con una vida en la cárcel. Corría el año 1973 y una fuerte hambruna asolaba el país.

Selassie murió dos años más tarde, en 1975, solo y enfermo.

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