Con el nombre de Francisco Sánchez Solano Jiménez, nació en Montilla, provincia de Córdoba, el 10 de marzo de 1549 el sacerdote que se haría conocido bajo el nombre de Francisco Solano, uno de los frailes que fue responsable de la misión católica en Latinoamérica.
Desde joven Francisco sintió el llamado de dios, quería ser misionero en África, sin embargo, no lo aceptaron para esta misión. Cuando décadas más tarde fue escogido para viajar como parte de la comitiva que difundiría la religión católica en América, uno de sus sueños principales se hizo realidad.