John Kennedy fue un político demócrata estadounidense, muy recordado por sus facetas contradictorias y convertido en mito luego de su asesinato en 1963. Kennedy fue elegido presidente de Estados Unidos en 1960, transformándose en el primer mandatario electo que accedió a la presidencia estadounidense de religión católica.
Luego de Theodore Roosevelt, JFK (abreviatura con la que popularmente John Kennedy era conocido) fue el presidente más joven de su país, y el trigésimo quinto que tuvieran los Estados Unidos.
John Fitzgerald Kennedy nació en Brookline, Massachusetts (EE.UU.) el 29 de mayo de 1917, siendo el segundo de sus nueve hermanos. Hijo del empresario y diplomático estadounidense Joseph Kennedy y de Rose Fitzgerald, su madre, quien también pertenecía a una familia de prominencia política.
Infancia y juventud de John Kennedy
JFK nació en Brookline donde vivió durante los primeros 10 años de su vida. Estudió en un colegio público hasta tercer grado, el Edward Devotion School. En cuarto grado, John Kennedy fue trasladado a una escuela privada para hombres, la Dexter School.
En 1927 su familia se mudó a Nueva York a una mansión arrendada de 21 habitaciones, la que dejaron 2 años después para mudarse a una mansión propia en un campo de Bronxville, también en Nueva York. Allí fue boy scout, miembro de los Scout Troop 2, convirtiéndose en el primer boy scout que fue presidente de Estados Unidos.
Sus veranos, fiestas de navidad y pascua los pasaba junto a su familia en sus casas de veraneo en Hyannis Port (Massachusetts) y Palm Beach (Florida). En 1930 John Kennedy estaba cursando octavo grado en el internado de varones de Connecticut, el “Canterbury School”. Pero a causa de una apendicitis tras la cual volvió a su hogar para recuperarse, fue trasladado con su hermano Joe (dos años mayor) a un colegio privado masculino llamado “The Choate” para hacer la preparatoria para la universidad.
En The Choate se graduó en 1935, no sin antes aparecer en la revista anual del colegio como “Kennedy, el que más probabilidades tiene de llegar a ser presidente”, dando cuenta de su carisma desde la juventud.
En ocasión de radicarse a Londres para estudiar un año en el London School of Economics con el profesor Laski, tal como lo había hecho anteriormente su hermano mayor Joe, padeció una ictericia a los 3 meses de su llegada por la que tuvo que ser hospitalizado, causando su regreso a Estados Unidos.
Estudios de John Kennedy
Con retraso, John Kennedy se matriculó en 1935 en la Universidad de Princeton. Sin embargo, también allí sólo permaneció seis semanas debido a una forzosa internación de dos semanas en un hospital de Boston, donde debieron investigar una posible leucemia. Se recuperó en Palm Beach en la casa de veraneo de la familia, participando en competencias de vela mientras aguardaba el momento de volver a la universidad.
Siguiendo los pasos de su hermano Joe, en 1936 John Kennedy se matriculó en la Universidad de Harvard cuando su hermano mayor ya cursaba desde hacía dos años. Unos meses después se lanzó a la aventura en su coche descapotable con un amigo, con quien recorrió Francia, Alemania, Italia, Países Bajos y Reino Unido.
A fines de 1938, junto a su padre y hermano a Londres para trabajar un mes en la embajada, ya que su padre había sido nombrado por el presidente Roosevelt como embajador ante la Corte de St James. A partir de 1939 y con el fin de recabar información para preparar su tesis en Harvard, John Kennedy recorrió Europa, Unión Soviética, Península de los Balcanes y Medio Oriente.
Cuando regresó a Londres, los alemanes habían invadido Polonia el 1 de septiembre de 1939, y los discursos que se escuchaban eran de apoyo a Gran Bretaña para declarar la guerra a Alemania. El padre de JFK lo envió como representante para ayudar a gestionar el socorro a los sobrevivientes estadounidenses de un transatlántico llamado Athenia.
John Kennedy se graduó en Harvard en 1940 con un destacado rendimiento académico cuando completó su tesis sobre la intervención de Reino Unido en los acuerdos de Munich.
Su padre insistió para que la tesis no fuera privada sino que fuera publicada en un libro (convertido en supervendido) que se llamó “Por qué Inglaterra se durmió”.
John Kennedy obtuvo el doctorado cum laude (título de máximo puntaje) en Harvard en Relaciones Internacionales, y al año siguiente (1941) viajó a conocer América del Sur.
Servicio militar de John Kennedy
Cuando John Kennedy se ofreció como voluntario (en 1941) para ingresar al Ejército estadounidense, fue rechazado por sus problemas de columna. Sin embargo fue aceptado por la Armada gracias a la influencia de un ex ayudante naval de su padre cuando fue embajador en Gran Bretaña, y que actualmente era director de la oficina de inteligencia naval.
John Kennedy ingresó a la Armada como alférez de fragata, rango que implicaba la preparación de informes y boletines que debían ser presentados al secretario de marina. Allí realizó estudios en:
- La Escuela de entrenamiento de oficiales de la reserva naval
- El centro de entrenamiento de escuadrones de lanchas torpederas
Luego de dichos entrenamientos, fue enviado a Panamá y luego a las operaciones en el Pacífico participando en varias misiones, donde fue ascendido a alférez de navío, a cargo del comando de una lancha de patrulla torpedera que estaban destinadas al ataque de grandes buques por sorpresa (sin lograr ningún efecto, al punto que se las comparó con el efecto que causan los mosquitos).
En 1943 su lancha torpedera fue atacada por un destructor japonés mientras realizaba una misión nocturna en las Islas Salomón, cerca de Nueva Georgia. John fue herido en su columna, pese a lo cual ayudó a sus compañeros a llegar a una isla en la cual fueron rescatados.
Por la heroica y sobresaliente conducta de John Kennedy como comandante de la lancha torpedera para dirigir las operaciones de rescate luego del hundimiento causado por la colisión del navío, recibió un reconocimiento y una Medalla de la Marina.
El liderazgo de John Kennedy para luchar contra la adversidad y salvar la vida de muchas personas, le valió de otras condecoraciones. En la Segunda Guerra Mundial también le otorgaron el Corazón Púrpura, la medalla de la victoria, y la medalla de la campaña Asia-Pacífico. Poco antes de la rendición de Japón fue dado de baja honorablemente.
El inicio de John Kennedy en la política
Luego de la Guerra Mundial, JFK quiso ser periodista. Nunca antes había pensado en la política, ya que las esperanzas de su familia estaban depositadas en esa área en Joseph, el hermano mayor quien había fallecido en combate en la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, en 1946 se postuló como representante de Estados Unidos al dejar vacante el cargo James Curley por el Partido Demócrata, obteniendo una amplia victoria frente al partido republicano. John Kennedy accedió así a una banca en el Congreso durante un mandato de seis años, donde sus votos eran variables, sin ajustarse a una tendencia estable y difiriendo muchas veces de su propio partido demócrata y del presidente Truman.
En 1947, a los 30 años de edad, cuando se desempeñó como congresista por primera vez le diagnosticaron la enfermedad de Addison (déficit de la secreción hormonal de la glándula suprarrenal), enfermedad mantenida en secreto para la prensa junto a otros problemas de salud durante toda su vida.
En 1952 fue elegido senador de los Estados Unidos, frente al candidato republicano Henry Cabot Lodge. Al año siguiente contrajo matrimonio con Jacqueline Lee Bouvier (con quien tuvo dos hijos) y fue sometido a varias operaciones de columna durante los dos años siguientes llegando a estar al borde de la muerte.
En su convalescencia, John Kennedy escribió el libro “Perfiles de Coraje” (que fue premiado) donde describía situaciones en las cuales senadores estadounidenses arriesgaban sus carreras para defender sus convicciones personales y mantenerse firmes en su creencias.
La notoriedad nacional de John Kennedy brilló en 1956 cuando salió segundo en las elecciones como candidato a la vicepresidencia de Estados Unidos, en ocasión de que el candidato presidencial Adlai Stevenson dejara en manos de la convención del partido demócrata la elección de un candidato para vicepresidente del país. A pesar de la derrota, el episodio lo ayudaría en los años venideros.
Como senador, John Kennedy fue contradictorio. Por un lado votó la ley de 1957 de derechos civiles, que era la primera que protegía a las minorías de algunos derechos, fundamentalmente el derecho al sufragio de los ciudadanos negros en los estados del sur. Sin embargo, un poco antes Kennedy había apoyado una enmienda que ponía límites a la capacidad de los tribunales de condenar el incumplimiento de dichos derechos civiles.
Kennedy fue apoyado en su campaña electoral por muchos segregacionistas, como los senadores Eastland y Mc Clellan. En 1958 fue reelegido por segunda vez como senador, derrotando ampliamente a su contrincante republicano.
Elección presidencial de John Kennedy
En 1960 John Kennedy expresó su intención de competir para la elección presidencial de ese año. Era un candidato de gran prestigio y atractivo popular, al punto que logró el apoyo de los mineros de Virginia Occidental, a los que visitó en campaña electoral. Era un electorado protestante y conservador, muy receloso del catolicismo de John Kennedy, pese a lo cual resultó victorioso aún en ese estado.
El tema del catolicismo era un punto álgido en la campaña electoral, al igual que Cuba y la competencia con Unión Soviética por la carrera espacial además de los programas de misiles.
Los estadounidenses eran protestantes en su mayoría, y tenían gran aprensión por el catolicismo, tema que era blanco de los ataques a John Kennedy en los debates. Además, nunca la población había tenido un presidente católico.
Para calmar la turbulencia, Kennedy tuvo que serenar el temor del electorado en relación a que sus creencias influyeran en la toma de decisiones, brindando un discurso ante la asociación ministerial de Houston (formada por predicadores y líderes protestantes) donde aclaró las dudas y declaró la forma en que actuaría si las situaciones políticas fueren opuestas a sus principios religiosos.
En el discurso se refirió a la influencia creciente del comunismo, a la pobreza de la gente de Virgina que no tenía qué comer, las familias que se vieron obligadas a entregar sus granjas, el aumento de la población pobre, la carencia de escuelas y otros temas que importaban a la ciudadanía más allá del tema del catolicismo.
Se realizaron varios debates previos a las elecciones presidenciales, a partir de lo cual la campaña de John Kennedy tomó impulso. El 8 de noviembre de 1960 Kennedy venció a Nixon, convirtiéndose a los 43 años en el hombre más joven elegido presidente de Estados Unidos (luego de Roosevelt que tenía 42 años al asumir la presidencia).
Presidencia de John Kennedy
Desde el 20 de enero de 1961 hasta 1963 duró su mandato a causa del fallecimiento en manos de un francotirador. En su discurso inaugural impulsó a los ciudadanos a ser más activos con la pronunciación de la frase que lo hizo famoso: “no preguntes qué puede hacer por ti tu país; pregunta más bien qué puedes hacer tú por él”.
También se expresó en favor de un mayor internacionalismo, pidiendo a las demás naciones la unión para luchar conjuntamente contra la pobreza, la tiranía, las enfermedades, la guerra misma que son el enemigo común del ser humano.
Asimismo, apoyó a su partido en favor de proteger los derechos de los inmigrantes y la igualdad de los ciudadanos aunque no tuviesen nacionalidad norteamericana dándole importancia a la reunificación de la familia.
La carrera espacial de John Kennedy
El deseo presidencial de John Kennedy era el de liderar la carrera espacial, que estaba en manos del gobierno soviético en 1961 por su superioridad tecnológica. Según sus propios dichos, “ningún país que quiera se líder de otros puede estar atrasado en la carrera por el espacio”, lanzándose al primer gran proyecto que se pusiera en práctica en 1964 de conquistar la luna, el Proyecto Apolo.
JFK se aproximó en dos oportunidades al gobierno ruso para trabajar en conjunto y compartir los costos. En la segunda, la tecnología estadounidense ya había superado a la rusa. Estados Unidos lanzó un satélite mientras Kennedy solicitaba al Congreso un presupuesto millonario de más de 25 mil millones de dólares, que fuera aprobado con el nombre de Programa Apolo.
Logrado el acuerdo con Rusia en 1963 para el trabajo conjunto, John Kennedy es asesinado antes de poder formalizarlo.
Seis años posteriores a su muerte, el 20 de julio de 1969, el Programa Apolo logró su objetivo y el hombre puso por primera vez su pie en la luna.
John Kennedy y el fracaso en Cuba
Mientras tanto, y desde años anteriores a la presidencia de John Kennedy, se urdía un plan para derrocar en Cuba al régimen de Fidel Castro y eliminar todo peligro de comunismo en el continente.
El plan incluía organizar una insurrección (levantamiento de los propios cubanos) contrarevolucionaria integrada por cubanos anticastristas. La idea era entrenar por parte de Estados Unidos a los insurrectos cubanos para que invadan Cuba logrando sublevar al pueblo cubano con el fin de derrocar a Fidel Castro.
En 1961 Kennedy ordenó ejecutar el plan, con apoyo de la CIA. Conocido como la Invasión a la Bahía de los cochinos, más de mil quinientos exiliados cubanos capacitados y entrenados por estadounidenses (llamada “Brigada 2506”) volvieron a la isla de Cuba para dar un golpe de estado. Kennedy no permitió que la invasión se realice con apoyo aéreo de Estados Unidos.
Pero el gobierno cubano (dueño de una eficiente artillería) controló la invasión, y John Kennedy tuvo que negociar la liberación de los mil sobrevivientes. A cambio de la libertad de los capturados, Fidel Castro pidió 53 millones de dólares en comida y medicina.
Kennedy se hizo responsable del fracaso, atribuyéndolo a la falta de diálogo entre los líderes militares, además de la ausencia de apoyo naval estadounidense para enfrentarse con la eficiencia militar de la isla que inhabilitó inmediatamente a los exiliados cubanos ni bien desembarcaron.
También se dio una posterior crisis llamada de los misiles en Cuba, cuando Kennedy se entera a través de fotografías que Cuba alojaba misiles rusos de largo alcance. John Kennedy se encontró ante un dilema, ya que si Estados Unidos atacaba los asentamientos de los misiles, era inminente el estallido de una guerra nuclear.
En este caso el país se encontraba en desventaja porque las armas nucleares estaban a muy pocos kilómetros de distancia, lo que dejaba pocas posibilidades de reacción. Por otra parte, el gobierno tampoco podía permanecer inactivo ante la situación.
Kennedy resolvió ordenar una cuarentena naval, que implicaba inspeccionar todos los barcos que llegaban a la isla de Cuba. Simultáneamente, inició conversaciones con Rusia para pedir que retiraran las instalaciones en Cuba de todo material de defensa. Si no lo hacían, duraría indefinidamente la cuarentena que Kennedy había ordenado.
El ministro soviético Nikita Jrushchov acordó eliminar los misiles si Estados Unidos emitía una declaración pública que exprese fehacientemente que nunca más invadirían Cuba.
La crisis fue la más próxima a una guerra nuclear, luego de la cual John Kennedy inició una etapa de mayor cuidado en sus disidencias y confrontaciones con su histórico adversario: la Unión Soviética.
Para contener el avance del comunismo en Latinoamércia, estableció una “Alianza para el Progreso”, por la cual enviaba a los países en riesgo ayuda internacional.
La política interna de John Kennedy
En la política interna, John Kennedy implementó un programa llamado “la nueva frontera” que implicaba:
- El compromiso de fondos federales para la atención médica de las personas de la tercera edad como así también para la educación.
- La intervención estatal para vencer la recesión.
- Poner fin a la discriminación por motivos raciales.
- Reformar las leyes impositivas propiciando una reducción (ley que aprobó el Congreso en 1964 después del asesinato).
- Properar la economía, bajar el desempleo y estabilizar la inflación (y lo logró en su corto tiempo al gobierno).
John Kennedy y la defensa de los derechos civiles
Las prácticas discriminatorias eran avaladas por las autoridades cuando Kennedy asume el poder. Se toleraba la discriminación racial, pese a que la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos había fallado en favor de la inconstitucionalidad de la segregación racial en los colegios. Los colegios sureños principalmente, no acataban el fallo y la segregación racial era común y natural en los restaurantes, en los autobuses, en los cines, teatros, baños, comercios y otros lugares públicos.
Jhon Kennedy no solamente apoyó los derechos civiles y la integración racial sino que en su campaña presidencial se comunicó con la esposa del reverendo Martín Luther King para asegurarle la excarcelación, lo que generó apoyo a su candidatura y mucha atracción del electorado negro.
John Kennedy enseñaba con su práctica ejemplar
En 1962, un estudiante negro llamado James Meredith intentó matricularse en la universidad de Missisipi. Una manifestación de estudiantes blancos trató de impedirlo con la tolerancia y la anuencia del gobernador del estado.
John Kennedy tomó intervención inmediata enviando 3 mil soldados y 400 agentes federales para asegurar la matriculación del estudiante negro, así como también envió agentes para la protección de los activistas que desafiaban el incumplimiento de las leyes antiraciales.
Asesinato de John Kennedy
A los 46 años, mientras realizaba en el estado de Texas una visita política, recibió varios impactos de bala el 22 de noviembre de 1963, a la hora 12.30. Treinta minutos más tarde fue declarado sin vida. Quien fue supuestamente el asesino, y a quién arrestaron una hora después de la muerte del presidente John Kennedy fue Lee Harvey Oswald, quien dijo haber actuado solo. Sin embargo, las investigaciones del Comité de la Cámara de Asesinatos, informó que la muerte fue producto de una conspiración que involucraba a varias dependencias del gobierno estadounidense.
Algunas frases célebres de John Kennedy
- Cuando el periodismo le preguntaba cómo llegó a convertirse en un héroe, bromeando contestaba: -“Fue involuntario, ellos hundieron mi barco.”
- Poco antes de su asesinato, John Kennedy afirmaba: -“Sólo quien sirvió en la marina de Estados Unidos puede responder con orgullo que hizo algo que valió la pena en este siglo.”
- “Yo no soy el candidato católico a la presidencia. Soy un candidato del Partido Demócrata para Presidente, que resulta que además es católico”.
- “No preguntes qué puede hacer por ti tu país; pregunta más bien qué puedes hacer tú por tu país”.
- “Nosotros escogemos llegar a la luna, no porque sea tarea fácil sino porque es difícil.”