Julio Verne fue un escritor de novelas de aventuras, de gran influencia en la actual literatura de ciencia ficción. En sus relatos fantásticos, predijo con precisión algunos inventos que produciría la tecnología del siglo XX como los submarinos, los helicópteros, la televisión o las naves espaciales. Desafiando los límites de la razón humana, Julio Verne fue un dramaturgo visionario cuyos héroes triunfaban sobre la mediocridad y la ignorancia.
Julio Verne fue un poeta, dramaturgo y escritor francés muy propenso a las aventuras y con fuerte inclinación por los viajes. Desde pequeño fue un niño rebelde que no encontró otro cauce en la sociedad burguesa a la que pertenecía, que expresarse en forma desbordada en las fantasías de su literatura.
Julio Verne siguió las reglas de su padre tomando decisiones aparentemente sensatas: estudió derecho conforme a la tradición familiar, ya que ese era el deseo de su padre, el exitoso abogado Pierre Verne. Y contrajo matrimonio con una mujer que le proveyó una posición social acomodada, ya que era una viuda millonaria. Estos éxitos burgueses arrolladores le permitieron dedicarse exclusivamente a la literatura desde muy joven, con la que alternaba el cumplimiento de sus obligaciones.
Una imaginación desbordante
Desde la niñez mostró Julio Verne un carácter muy poco dócil. Se enamoró de su prima Caroline a la edad de once años, momento en el que tramó una idea romántica: embarcarse a las Indias en un barco en el que le traería un collar de coral. Minutos antes de concretarla fue sorprendido por su padre, quien lo detuvo en el interior del barco y le aplicó un castigo severo: lo azotó con un látigo y lo dejó encerrado a pan y agua.
Lo más doloroso del castigo que le propinó su padre fue prometer que nunca más viajaría, salvo con la imaginación.
La aventura abortada generó el desdén posterior de su prima, lo que alimentó una rebeldía secreta y una actitud misógina por la que despreciaba a las mujeres.
Luego de que fuera sofocada, tras ser descubierta, su primera aventura infantil, Julio Verne no volvió a rebelarse jamás excepto en sus historias escritas. Aprendió de tal forma la lección, y tan fuerte era el mandato de su padre, que aún en sus libros lo hacía (al rebelarse) de un modo elusivo y críptico. Como si tuviese temor de decir demasiado y quisiese evitar lo provocador, lo heterodoxo e inverosímil.
Prefería arrinconar lo visionario que había en él, adjudicándolo a la extravagancia de los límites del razonamiento humano, haciendo pesar la balanza del lado de lo razonable considerando el ritmo vertiginoso de los avances técnicos de esa época.
La polaridad entre la ignorancia y la estrechez en la mira definió una etapa de su vida en la que aún alternaba sus deberes con la literatura, cuando aún no se había consagrado exclusivamente a ella.
Los estudios de Julio Verne
A los ocho años, junto a su hermano Paul, ingresó en el seminario Saint Donatien. Posteriormente estudió retórica y filosofía en el liceo de Nantes (donde se recibió con el mayor promedio), y viajó posteriormente para seguir los estudios de derecho en París, cumpliendo de esta forma con los deseos e imposiciones de su padre. En 1848 Julio Verne escribió por primera vez algunos sonetos y otros textos de teatro, para recibirse de abogado dos años más tarde, luego de aprobar su tesis doctoral.
Recién en 1858, cuando ya había cumplido con el mandato paterno de estudiar leyes, comenzó la carrera de literatura. Si bien fueron difíciles sus inicios literarios, nunca desistió. Pudo sobrevivir gracias a la docencia, ya que sus escritos primeros (piezas de teatro) tuvieron una escasa divulgación.
A los 22 años, y gracias a la intervención del escritor Alexandre Dumas (célebre autor del “Conde de Montecristo” “Los Tres Mosqueteros”) Julio Verne publica uno de sus primeros escritos llamado “Las pajas rotas”, comedia que estrena en París con un relativo éxito.
El próximo año, en la revista ilustrada llamada El museo de las familias, publica dos relatos: “Martín Paz” y “Un drama en México”, junto a algunas obras teatrales, novelas cortas y libretos para operetas. Gracias a la recomendación de Dumas, Julio Verne es nombrado secretario del Teatro Nacional de París, nombramiento con el que logra reunir el dinero para invertir en un piano.
Su padre: una relación conflictiva
Julio Verne era el mayor de cinco hermanos e hijo de Sophie Allote de la Füye (que provenía de una familia de militares) y de Pierre Verne. Su abuelo paterno, al igual que su padre, estaba vinculado a la jurisprudencia: el abuelo había sido presidente del colegio de abogado de Nantes (su ciudad natal) y consejero notario de Luis XV.
Sometido a una educación rígida, la autoridad del padre de Julio Verne no le permitía dar rienda suelta a su espíritu aventurero e imaginativo, por lo que siempre siguió sus directivas sin permitirse ningún desliz. Hasta que en el año 1948, cuando Julio Verne se recibe de abogado, su padre le exige que se dedique por entero a la carrera de abogacía, contrariamente a sus deseos. Enfadado, su padre dejó de financiar sus gastos, por lo que le llegaron tiempos de escasez económica.
Julio Verne gastó en libros todos sus ahorros, pasando largas horas leyendo en las bibliotecas de París. Sin dinero para alimentarse, no sólo se le ocasionaron varios trastornos digestivos e incontinencia fecal, sino también otros trastornos de tipo nervioso que causaron una parálisis facial y desfiguración de su rostro.
En una de las cartas a su madre, Julio Verne escribía en relación a su estado de salud y problemas de alimentación:
Trabajo sin parar de la mañana a la noche, y así todos los días… los tirones de la cara me molestan mucho, y ya no duermo absolutamente nada puesto que siempre tengo que tomar algo…estas molestias proceden de los nervios que siempre tengo en extrema tensión… mi vida limita al norte con el estreñimiento, al sur con la descomposición… es probable que estés enterada, mi querida madre, de que existe un hiato que separa ambas posaderas y es donde remata el intestino. Ahora bien, en mi caso, el recto es preso de una impaciencia natural que tiene tendencia a salirse, y por consiguiente, a no retener su gratísimo contenido tan herméticamente como sería deseable… lo cual es un grave inconveniente para un joven que tiene intención de alternar en sociedad y no en suciedad.
Si bien Julio Verne siguió escribiendo pese a la oposición de su padre, su relación fue siempre tan conflictiva que, cuando alcanzó la independencia económica (luego de casarse con una mujer millonaria), no volvió a pisar el hogar paterno.
Un matrimonio por conveniencia
En el año 1856, cuando Julio Verne tenía 28 años, conoce a la viuda de Morel quien sería su futura esposa. Honorine Deviane Morel contrae matrimonio con él, teniendo dos hijas de su matrimonio anterior. El casamiento es una clara traición de Julio Verne a la causa de “Los once sin mujer”, grupo misógino de amigos con quienes compartía una misma visión de rechazo hacia el género femenino. Luego de casarse, pensaba encontrar la estabilidad emocional que el escritor no tenía. Sin embargo, lejos de hallarla, lo atormentaba la desesperación.
Siempre que se presentaba la ocasión, Julio Verne escapaba de sus obligaciones conyugales puesto que seguía albergando sus convicciones misóginas en el seno de un matrimonio sin amor.
A los cuatro años de casados, Julio Verne planificó un viaje dejando sola a su esposa mientras daba a luz al único hijo que tuvieron, Michel Verne.
Su desesperación por huir de su esposa lo llevó a cometer otros hechos irreparables como abandonarla a regresar sola a París cuando el matrimonio viajó a visitar a la hermana de Honorine en Esomes. En esa ocasión, el escritor viajó sin aviso a Escocia en barco, obligándola a emprender sola el regreso a su país. No conforme con ello, luego siguió viaje a Dinamarca y Noruega.
Las obras más exitosas de Julio Verne
Escritor prolífico que publicó un centenar de obras, inició su carrera ascendente en el año 1863 cuando conoce al editor Hetzel, quien mostró interés por sus textos y publicó una obra que lanzó a Julio Verne al éxito: Cinco semanas en globo. Una novela de fantasía y aventuras que, junto a la colaboración del escritor en la revista Magazine d’education et de recreation, le dio rápida celebridad al autor.
Los viajes que Julio Verne hizo por Africa, Europa y América del Norte le brindaron amplios conocimientos geográficos que lo convirtieron en un especialista en relatos de tipo científico, de viajes y aventuras. Además, su entusiasmo por los avances tecnológicos y el dominio sobre la tensión dramática le dieron la posibilidad de combinar momentos poéticos con situaciones extravagantes.
Cinco semanas en globo
El Dr Samuel Fergusson, protagonista de la novela, era un periodista viajero cuya pasión era la aventura. El Dr Fergusson construye un globo aéreo según su propio diseño, llamado el Victoria, con el que emprende un viaje por el espacio acompañado por Joe, su criado, y Dick Kennedy.
A bordo de una canasta sujeta a una red que envolvía el globo, el Dr Fergusson y sus tripulantes cruzan en globo el África y el río Nilo, en una serie de aventuras entre las cuales es excepcional la del salvataje de un misionero que estaba a punto de morir en manos de una tribu. Desesperación, audacia, sufrimiento, hambre, crueldad, adrenalina, falta de agua y aventuras heroicas de tres compañeros de viaje que dan contenido a una historia inspirada en las exploraciones que alemanes, franceses, ingleses e italianos realizaban en el África en ese tiempo.
Viaje al centro de la Tierra
Con gran intuición científica y conocimientos de geología, paleontología y mineralogía, su segunda obra (tal vez la más lograda) llamada Viaje al centro de la Tierra maravilló a los expertos por sus descripciones detalladas de animales antediluvianos dándole reconocimiento y fama internacional al escritor. En la historia, el protagonista es un geólogo llamado profesor Lindebrock, que convive en su mansión con su sobrino Axel (que es su ayudante) y una joven protegida suya.
La apacible rutina se altera con el descubrimiento de un criptograma oculto en un manuscrito rúnico, en el cual un alquimista islandés del siglo XVI dejó escondida una revelación: se podía ingresar al centro de la Tierra a través de uno de los cráteres del extinto volcán Sneffels de Islandia. Sin perder tiempo, el profesor Lindebrock organiza la expedición junto a su sobrino y un guía flemático de origen islandes, con quienes se introducen en las entrañas más profundas de la Tierra.
Peripecias emocionantes, sorprendentes sucesos como el de la desorientación de Axel que lo lleva a perderse y recuperar al grupo gracias al eco de la voz de su tío. Algunos sucesos extraordinarios son, por ejemplo, la travesía por un mar subterráneo en balsa en cuyas orillas crecía exuberante vegetación de épocas remotas, la tempestad y naufragio, la lucha descarnada entre un plesiosaurio y un ictiosaurio, el hallazgo de fósiles humanos y el descubrimiento de un cadáver momificado de época cuaternaria; como así también el encuentro con un pastor gigantesco semihumano que guiaba una manada de mastodontes.
Explosiones, cataclismos, abismos que rugen, aguas hirvientes que elevan verticalmente la balsa por un túnel, y momentos terroríficos se suceden hasta que los exploradores son expulsados a una isla italiana por el cráter del volcán Estrómboli.
Otras obras de Julio Verne
- De la Tierra a la Luna
- Alrededor de la Luna
- Las aventuras del capitán Hatteras
- Los hijos del capitán Grant
- Veinte mil leguas de viaje submarino
- La isla misteriosa
- La vuelta al mundo en ochenta días
- Miguel Strogoff
- Un capitán de quince años
- Las tribulaciones de un chino en China
- El faro del fin del mundo
- Dos años de vacaciones
- Los viajes del capitán Cook
- El eterno Adán
- La extraordinaria aventura de la misión Barsac
Muchos de los escritos de Julio Verne fueron predicciones de futuros descubrimientos de la ciencia y la tecnología. Apasionado por la ciencia, documentaba cada una de sus aventuras y acertó en muchos avances científicos del siglo XX como cohetes espaciales, helicópteros, aire acondicionado, submarinos, misiles, imágenes en movimiento entre tantos otros de los que fue un visionario mucho tiempo antes de que la humanidad los conociera.
Llevadas al cine algunas de sus obras, y traducidas a más de cien idiomas, aún en la actualidad siguen despertando el interés de los lectores de todo el mundo.