Marie Curie es el nombre popular con el que fue conocida María Salomea Sklodowska Curie, científica nacida en Polonia en 1867 en tiempos del imperio ruso. Fue la primer persona que recibió dos Premios Nóbel, y a su vez la única que los recibiera por dos especialidades diferentes: física y química, en 1903 y 1910, respectivamente. Además de ser la primer mujer galardonada con esta distinción.
Marie Curie fue un ícono del rol de la mujer en la sociedad, específicamente en la ciencia en el campo de la radiactividad. Fue la primer mujer que impartió clases y ocupó una cátedra en la Universidad de París. Después de Elsa Neumann, fue en la historia la segunda mujer que obtuvo el grado de doctor en Física.
Los hallazgos de Marie Curie fueron pioneros en el área de la radiactividad, y se la recuerda principalmente por:
- Descubrir el radio y el polonio, dos elementos químicos radioactivos nuevos.
- Desarrollar técnicas y tácticas para el aislamiento de los isótopos radiactivos.
- Investigar con fines medicinales el uso de la radiactividad.
La infancia de Marie Curie
Marie Curie nació en Varsovia, Polonia, el 7 de noviembre de 1867. Sus padres eran de origen muy humilde, y padecían grandes necesidades económicas. Marie Curie era la hija menor de los cinco hijos de un matrimonio que se dedicaba a la docencia. Su madre era directora de una escuela de señoritas, y su padre era profesor de física y de matemáticas en la escuela secundaria.
En el transcurso de su infancia, Polonia vivió un proceso de rusificación, ya que eran tiempos del imperio ruso. Su padre tuvo que abandonar el cargo de subinspector que desempeñaba en un instituto, y a causa de las carencias económicas tomaron a muchachos como huéspedes, en edades escolares, a quienes también les daban clases particulares.
En 1876 falleció la hermana mayor de Marie Curie a causa de una epidemia de tifus, y a los dos años también falleció su madre, víctima de una tuberculosis, lo que la sumió en una profunda angustia.
Los estudios de Marie Curie
Al finalizar el secundario, en 1883, Marie Curie sufrió una gran depresión que la llevó a pasar cerca de un año en un campo para recuperarse, en casa de sus parientes. Al regresar a Varsovia, se dedicó a dar clases en su domicilio junto a las hermanas, donde crearon una universidad clandestina, que estaba al margen del sistema educativo implementado por los rusos.
Su país, que imponía grandes limitaciones a la educación de las mujeres, forzó a Marie Curie a estudiar en la clandestinidad simplemente por el hecho de ser mujer.
Las dificultades económicas obligaron a Marie Curie a trabajar como institutriz. En una ocasión trabajó al servicio de una familia acaudalada del norte de Varsovia, para ocuparse de la educación de las hijas. Allí (con la complacencia de la familia que la había contratado), pudo poner en práctica sus ideales sociales que habían nacido en Varsovia cuando dedicaba sus horas libres para organizar una escuela para hijos de campesinos y obreros. El resto del tiempo libre lo empleaba para el estudio de la matemática y de la física.
En ese tiempo Marie Curie vivió su primer romance con el hijo mayor de la familia para la que era institutriz. Pero a causa de las diferencias sociales la relación se frustró, y Marie Curie (que tenía una condición proclive a la depresión y la ansiedad), soportó muy mal la situación que se agravó con el esfuerzo enorme que hacía como estudiante, institutriz y maestra. A los 20 años, la joven era una persona amargada.
En 1889 (finalizada su contratación) regresó a Varsovia y volvió a tomar contacto con la universidad clandestina. Un familiar de Marie Curie (su primo) que había sido ayudante de Dmitri Mendeleiev, químico ruso que creó la Tabla Periódica de los Elementos, le ofreció la oportunidad de desarrollar su conocimiento en química en un laboratorio pequeño y la contactó con investigadores que estaban relacionados con los grandes científicos europeos de ese tiempo.
La vida de Marie Curie en París
Posteriormente, y a causa de las limitaciones para estudiar en su país, a los 24 años Marie Curie se mudó a París. Fue convocada por Bronia, su hermana estudiante de medicina y con quien tenía un pacto de reciprocidad financiera, que primeramente rechazó cuando estaba en uno de sus largos períodos de melancolía. Cuando Bronia estudiaba en París, Marie financiaba sus estudios desde Varsovia con su trabajo de institutriz. Ahora era Bronia quien la instaba a mudarse con ella.
En 1891 Marie Curie llega a París pasando dos años de duras privaciones y de gran aislamiento a causa del trabajo. Sin embargo realiza brillantemente sus estudios:
- En 1893 obtiene la Licenciatura en Ciencias Físicas (de la que fue primera en su promoción).
- En 1894, y con ayuda de una beca, obtiene la Licenciatura en Matemáticas (de la que fue segunda de su promoción).
El matrimonio de Marie Curie
En 1894 Marie conoce a Pierre Curie, su futuro esposo. Pierre era parisino, hijo de un médico librepensador y humanista que educó a sus hijos al margen de la escuela tradicional. Pierre había estudiado física en la Sorbona junto a su hermano Jacques, a quien estaba unido estrechamente por un fuerte vínculo. Los hermanos Curie publicaron en 1880 su investigación sobre la piezoelectricidad, fenómeno por el cual la energía mecánica podía transformarse en energía eléctrica.
Cuando Pierre conoce a Marie Curie, era jefe de laboratorio de la escuela municipal de física y química, y estaba abocado a la elaboración de una tesis doctoral acerca de las propiedades magnéticas de distintas sustancias en relación con la temperatura. Marie Curie quedó muy impactada con la lectura de las tesis, y comenzó una relación que permaneció durante más de doce mes. El 26 de julio de 1895 la pareja contrajo matrimonio, del que nacieron dos hijas: Irene y Eva.
En 1897, cuando nació la primer hija de Marie Curie, ella prepara una tesis doctoral, lo cual era un hecho insólito en aquel tiempo, por tratarse de una mujer.
Su tesis se abocaba a un tema aún virgen en el terreno científico, por el cual investigaba la procedencia de la energía que emitían las sales de uranio y que penetraban en la materia, en relación con el descubrimiento de los rayos X por parte de Wilhelm Rontgen.
Pierre logró que el director del laboratorio para el que trabajaba en la Escuela Municipal de Física y Química le diese una oportunidad a Marie Curie para desarrollar sus investigaciones. Con ayuda de su esposo y luego de algunas pruebas, Marie demostró su hipótesis y pudo presentar a la Academia de las Ciencias un nuevo elemento: el polonio, utilizando por primera vez el término “radiactivo” para describir la conducta de sustancias como el uranio.
La Sorbona nombró a Pierre en una cátedra de Física, y Marie obtuvo un cargo similar en una escuela superior.
Marie Curie muere de leucemia en 1934
Marie Curie era una persona de carácter reservado a quien pesaba la frivolidad, que dedicó toda su vida a la investigación científica en el campo del magnetismo. La docencia junto a su esposo le quitaba tiempo para la investigación experimental, que Marie Curie realizaba en condiciones precarias suponiendo, además, un agotador esfuerzo físico. La exposición a la radiactividad a la que estuvo expuesta gran parte de su vida, agravaba las dolencias que en ese tiempo ignoraban que eran causadas con motivo de tan alta exposición.
Una anemia muy perniciosa a causa de la radiactividad, su ceguera y la aparición de visibles lesiones en las manos, señales de la leucemia que le causara la muerte en la Clínica francesa de Sancellemoz (próxima a Passy), Alta Saboya, a los 66 años, el 4 de julio de 1934. La enterraron en Francia junto a su esposo, a muy pocos kilómetros del sur de París, en el cementerio de Sceaux.
El reconocimiento y la fama de Marie Curie
Las propiedades curativas que originariamente se le reconocieron a la radiactividad, contribuyeron a la fama de Marie Curie. En 1903 le llegó el reconocimiento científico cuando ya estaba enferma: la medalla Davy (de la Royal Society) y el Premio Nóbel de Física, que compartieron Becquerel y el matrimonio Curie.
En 1906 falleció Pierre Curie trágicamente, al ser atropellado por un carruaje, sumiendo a Marie en un aislamiento social (excepto de sus hijas), pese al cual se convirtió en la primer mujer francesa que accedía a ser docente de la enseñanza superior. Esto ocurrió al reemplazar a su esposo en la cátedra con laboratorio propio que habían montado específicamente para Pierre Curie luego de la notoriedad que alcanzó el matrimonio con el Nobel.
El legado de Marie Curie implicó un punto de inflexión, no sólo en la historia de la mujer sino en la historia de la ciencia.
En 1911 llegó otro gran y último reconocimiento científico cuando le entregaron el Premio Nóbel en Química por el descubrimiento del radio y el polonio. Ese mismo año Marie Curie era protagonista de un escándalo en manos de la Prensa al establecer una relación clandestina con un sabio que estaba casado, Paul Langevin.
En 1914 la nombraron directora a cargo del Instituto de Radio de París, a la vez que se fundó el Instituto Curie. Unos años después, en 1921 se mudaría a Estados Unidos junto a sus hijas, donde conseguiría donaciones (tanto de un millonario estadounidense como de la comunidad polaca) para el Instituto del Radio y equipamiento para el laboratorio.
No sólo Marie Curie fue distinguida y reconocida por su labor científica sino que en 1935 la familia Curie recibiría otro Premio Nóbel: esta vez se trataba de su hija Irene Joliot-Curie, la que obtuvo junto a su esposo Frederic Joliot el Premio Nóbel de Química por el descubrimiento de nuevos elementos radiactivos.