Miguel Hidalgo y Costilla fue un sacerdote mexicano a quien se le recuerda por haber liderado la revolución que llevaría con el tiempo a la Independencia de México. Entre las grandes gestas de Miguel Hidalgo y Costilla se destaca por lo que se conoce como Grito de Dolores, el gran hito que marcaría el punto de partida para aquella gran e imprescindible revolución.
Miguel Hidalgo y Costilla nació en Guanajuato (México) el 8 de mayo de 1753 en el seno de una familia de clase media. Su padre era administrador de la Hacienda de San Diego de Corralejo, donde Miguel pasó sus primeros años de infancia.
A los trece años partió junto a su hermano José Joaquín para estudiar al Colegio de San Nicolás Obispo, donde recibió una educación basada en los principios religiosos y en el respeto a las políticas coloniales.
Sin embargo, Miguel era un joven despierto, a quien no se convencía fácilmente, por lo tanto, en cuanto tuvo la oportunidad comenzó a desarrollar un plan de respuesta ante esa educación, con el objetivo de liberar a su tierra de la gran opresión que sufría como consecuencia de la conquista extranjera.
Miguel Hidalgo y Costilla, el revolucionario
Aprovechando la gran confusión que existía en el virreinato debido a la invasión napoleónica al Imperio Castellano, Hidalgo se reunió con un grupo de intelectuales para tramar un movimiento.
Entre los compañeros de aventura se destacaron Josefa Ortiz de Domínguez y su esposo Miguel Domínguez, Ignacio Allende y Mariano Abasolo. Entre todos decidieron armarse en contra de la opresión colonial y proclamar la libertad de México.
Así, el 16 de septiembre de 1810, se levantaron contra los españoles, convocaron para ello a todo el pueblo y proclamaron el inicio de la Guerra de la Independencia. A los pocos días ya habían tomado Celaya, Salamanca y Acámbaro.
Hidalgo fue condecorado, delante de una gran multitud, como capitán general de los ejércitos revolucionarios y tomando un estandarte de la virgen de Guadalupe, la consagró como patrona del movimiento.
La elección de esta imagen tenía como objetivo ensalzar los orígenes aborígenes de la lucha armada y de la identidad mexicana.
Poco tiempo después, Hidalgo lideró la Toma de la Alhóndiga de Granaditas, un combate histórico que terminaría con la rendición del ejército español.
Más tarde tomarían las ciudades de Valladolid y Toluca, demostrando que el camino a la independencia no tenía ya retorno.
La aparición de Calleja en el ejército español, sin embargo, pondría en peligro la búsqueda de la independencia. En una serie de maniobras consiguió separar a los insurgentes y capturar a sus líderes.
Después de ser apresado Miguel Hidalgo y Costilla fue degradado de su condición sacerdotal a través de un juicio llevado a cabo por la Inquisición y después fue juzgado por sus acciones contra la corona.
El resultado de este proceso penoso sería la ejecución de Miguel Hidalgo Costilla.
Miguel Hidalgo y Costilla fue fusilado el 30 de julio de 1811 en el patio del antiguo Colegio de los Jesuitas en Chihuahua, donde había recibido su formación y había pasado muchos años de su vida.