Emiliano Zapata Salazar fue un importante revolucionario que participó y llegó a convertirse en uno de los líderes fundamentales de la Revolución Mexicana.
Una de sus frases célebres es “La tierra volverá a quienes la trabajan con sus manos”. La cual resume el objetivo de su lucha obrera, por la que militó intensamente a lo largo de su corta existencia.
Emiliano Zapata nació el 8 de agosto de 1879, en Anenecuilco, en México, en el seno de una familia de clase baja.
Desde pequeño presenció la gran desigualdad social de su país. En cuanto pudo comenzó a militar para acabar con esta injusticia y se convirtió en una de las voces fundamentales de las luchas agrarias de México.
Se cuenta que cuando tenía nueve años vio cómo un grupo de militares desalojaba a unos campesinos de sus tierras. Zapata preguntó a su padre por qué no hacían entre todos algo para cambiar aquello y su respuesta fue que era imposible. “¿No se puede? Pues cuando sea grande, haré que las devuelvan”, fue la respuesta del niño.
Y así lo haría. Lucharía con todas sus fuerzas por un país en el que creía.
Y pasaría a la historia como el Caudillo o el Atila del Sur, al guiar a las tropas del Ejército Libertador del Sur durante la Revolución Mexicana que tuvo lugar en dicho país a principios del siglo XIX.
El paso decisivo en la vida de Zapatero y de la historia mexicana tuvo lugar cuando el 25 de noviembre de 1911, el líder revolucionario puso en marcha el Plan de Ayala, a través del cual se oponía y negaba al presidente Francisco I. Madero y reconocía a Pascual Orozco como el jefe de la Revolución Mexicana. El futuro ya estaba en marcha.
Las ideas fundamentales de Emiliano Zapata
Entre sus ideas fundamentales cabe señalar el deseo de implementar una propiedad comunal de las tierras, a fin de que todo fuera de todos y se terminara el abuso de parte de los terratenientes contra los campesinos.
Asimismo luchó por el respeto a las costumbres y a la cultura de los pueblos originarios, y por un México pluricultural basado en el respeto y la armonía social.
Emiliano Zapata fue asesinado de un balazo el 10 de abril de 1919. Se encontraba en la Hacienda Chinameca cuando unos tiradores enviados por el gobierno abrieron fuego contra él y sus hombres.
Tenía 39 años y ya era leyenda. Desde entonces se convirtió un símbolo para anarquistas y campesinos que desean un mundo diferente.
Los seguidores de Zapata reciben el nombre de zapatistas, aunque es importante aclarar que no todos son fieles a las ideas del revolucionario. Existe una nueva línea de pensamiento desarrollada y difundida por los neozapatistas, que se distinguen de los defensores de la lucha obrera porque defienden algunas ideas con ciertos tintes aristocráticos y tienen una mirada capitalista sobre el territorio y el pueblo mexicano.
La canción de Víctor Jara titulada “Juan sin Tierra” es un homenaje al líder revolucionario. En ella el compositor chileno introduce el lema que fue distintivo de toda la lucha de Zapata, “Tierra y libertad”.
También es Zapata el autor de la frase que hizo conocida Dolores Ibárruri: “Es mejor morir de pie que vivir toda una vida arrodillado”.